Por el momento los préstamos hipotecarios son relativamente baratos. Eso significa que es un buen momento para pedir una hipoteca antes de que los tipos suban.
Comprar una vivienda es una decisión práctica: te asientas en una ciudad concreta durante un largo periodo de tiempo, probablemente porque trabajas allí. Puede que sea también emocional: quieres el hogar de tus sueños. Pero no te olvides: es una decisión financiera porque inviertes en un inmueble a largo plazo. Alquilar es, por el contrario, una medida temporal que te libera de ataduras.